El presidente no ejecutivo de Liberbank apuesta por la RSC

“Si alguien tiene algún problema, que se dirija directamente al banco”, anima Rivero a los preferentistas

El presidente no ejecutivo de Liberbank, Pedro Rivero, ha subrayado su apuesta por la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y el buen gobierno como camino de recuperación tras la crisis y ha animado a invertir en esta entidad.

En este sentido, y a preguntas de los medios en una rueda de prensa en el Cemide de Santander, ha rehusado a pronunciarse sobre un posible reparto de dividendos económicos a corto plazo de Liberbank porque la cuestión “no es tan fácil”.

Ha apuntado que es una decisión que no depende solo del banco y ha recordado que los trabajadores están afectados por un expediente de regulación de empleo (ERE) y que existen afectados por participaciones preferentes, por lo que “habrá que ver cómo atendemos a todos”, además de la decisión de Bruselas.

Ha dejado entrever que el reparto de dividendos, “tal como va la cosa”, sería cuestión de “un poco más de tiempo”, y que todos los que han confiado en el banco (empleados, preferentistas…) “acaben notando que las cosas van mejor”.

Igualmente ha destacado la importancia del dividendo para Liberbank dada la participación accionarial de las fundaciones y obras sociales de las cajas de ahorro que lo componen (Caja Cantabria, Cajastur y Caja de Extremadura) y no solo para quienes acudieron a la ampliación de capital.

Rivero ha criticado que antes de la crisis “muchas veces” los dividendos que eran “un reparto encubierto del capital”, y se ha remitido a la importancia de la RSC, para la que Liberbank acaba de crear un departamento con el fin de seguir en la senda del buen gobierno. “Todo eso para mí es dividendo”, ha asegurado el catedrático de Economía.

En este sentido, el también presidente de la Comisión de Responsabilidad Social Corporativa de AECA ha asegurado que en estos momentos no podría pasar en la banca lo que sucedió porque “han cambiado muchas cosas” y se está “volviendo a los orígenes”.

“Es una nueva etapa: lo que ha pasado no puede volver a pasar”, ha reiterado, señalando que el problema ahora de la economía mundial es la pérdida de la confianza, que hay que recuperar “no con promesas” sino midiendo el riesgo, con transparencia, auditorías internas y externas e informando sobre la forma de gestión.

Una nueva etapa que, además y entre otras cuestiones, ha acabado con la refinanciación, y que impedirá la aparición de burbujas, aunque el catedrático ha reconocido que el mejor momento para implantarla es una época de bonanza y no la actual.

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